Crecer sí, pero con Piter Pan a mi lado.

Crecer, crecer significa ganar responsabilidades a cambio de privilegios. Crecer significa dejar de jugar y ponerse a trabajar. Crecer significa cambiar amigos por compañeros de trabajo. Crecer significa cambiar sueños por aspiraciones. Crecer significa cambiar pasiones por rutina. Crecer significa cambiar la felicidad por la nostalgia. Crecer... es un asco. Quien pudiese quedarse atrapado en esa edad donde nada es imposible, donde soñar forma parte del día a día, donde los amigos son eternos, donde se experimenta el verdadero amor, donde se atesoran los buenos momentos y se recuerdan hasta la saciedad. Me niego a crecer, no quiero que la felicidad que me proporcionan los buenos momentos del día a día se convierta en nostalgia y tristeza al ver que ya nada será igual. Me niego a ver como los amigos, que han crecido a mi lado, seguirán por otros caminos cada vez más alejados del mío. Me niego a convertirme en un ser automático y frío fruto de la monotonía, un ser que ya no es capaz de sonreír por cualquier tontería. Quiero poder volar libre entre mis sueños y mis recuerdos, quiero jugar, quiero imaginar, quiero ser libre. Por suerte he encontrado la mejor herramienta, el mejor juguete. Ese juguete me permite soñar, crear, jugar sin que los demás adultos me tachen de ser un niñato. Ahora se que ese juguete me acompañará toda la vida, vaya donde vaya, un juguete al cual nunca se le acaban las pilas y con tantos recursos y combinaciones que ninguna consola será capaz de superar jamás. Un juguete en el cual mis sueños, mis recuerdos, mis pasiones, mi propio pensamiento quedan plasmados en un papel, real o virtual, eternamente. Hablo obviamente de la escritura. Escribiendo descubres cosas inimaginables, le sacas provecho a la vida, no se le puede pedir más a un juguete. Empecé a escribir este texto con pesadez debido al miedo que me supone crecer, pero al final la felicidad de haber descubierto un compañero inseparable e insaciable me hace ver la vida de otro modo. Seguiré jugando, seguiré escribiendo hasta que el cuerpo aguante, siempre con Peter Pan a mi lado…