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sábado, 10 de enero de 2009

Felicidad.



La felicidad es un estado de ánimo, con lo cual no se puede palpar. Se puede experimentar, por lo tanto uno solo puede hablar de la felicidad desde la experiencia. De ese modo, creo que es oportuno establecer, antes de tratar de describirla, cual es mi postura ante la felicidad. Como pre-psicologo he de compartir la postura que comparten los de mi futuro gremio. La mayoría de psicólogos mantienen que existen dos tipos de felicidad. La felicidad por sorpresa y la felicidad por solidez. La felicidad por sorpresa viene producida obviamente por una sorpresa, bien sea un regalo, volver a ver un viejo amigo, que te toque la lotería, etc. Este tipo de felicidad es prácticamente efímera, dura escasos días o incluso solo dura unos minutos, dependiendo de la sorpresa (está claro que las sorpresas han de ser positivas). Mientras que la felicidad por solidez es aquella que perdura durante más tiempo y puede refrescarse y regenerase durante el paso del tiempo. Las amistades y los amores serían los que proporcionan ese tipo de felicidad. Tanto las amistades como los amores son una fuente inagotable de buenos recuerdos y sobretodo recuerdos muy felices que quedan almacenados en nuestra memoria a la espera de ser recordados siempre que el individuo necesite un empujoncito emocional. Estoy de acuerdo en que las amistades y los amores son un arma de doble filo, ya que del mismo modo que pueden ofrecerte buenos recuerdos, también pueden hacer que almacenes malos recuerdos. Por eso es tan necesario elegir bien las amistades y mucho mejor los amores, siempre y cuando no se caiga en esa inseguridad y desconfianza enfermiza. Con esta forma de entender la felicidad no es de extrañar que apoye a muerte la frase “No es más rico el que tiene más sino el que menos ha de necesitar y si tú tienes alguien junto a ti rico serás.” Supongo que podríamos cambiar la palabra rico por feliz y la frase no cambiaria de sentido para muchos. El dinero no da la felicidad, la mayor prueba de ello es la respuesta a la pregunta ¿Que es lo que te llevarías a una isla desierta? Quien responda dinero, obviamente, es idiota. Quien responda un buen amigo o un buen amor, habrá elegido llevarse la felicidad consigo a una isla tan desierta en personas como en sentimientos…

2 comentarios:

Ácrata dijo...

¿Qué más dará dónde estés si tienes a alguien a quien querer a tu lado?¿Y qué más dará el dinero cuando se está solo? Por supuesto, estoy de acuerdo contigo, y no te expresaste mal en el otro comentario del clan, sino que yo no lo pillé en ese sentido, me ha recordado a la teoría de Nietzshe del súper hombre, el cual es un niño, y de la cual también estoy de acuerdo.
Un beso.

Anónimo dijo...

Vaya Cuenk! te estas superando, es un texto muy completo. Te felicito.