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domingo, 11 de enero de 2009

Reto personal Nº1

Objetivo: Convencer a un testigo de Jehová de que su trabajo y su fe son en vano.
Periodo de duración: Una semana.
Recompensa: Compobrar la fiabilidad de mis argumentos.

Últimamente no sabía que escribir en este blog, pero se ve que Dios me ha escuchado por una vez jeje, y me ha mandado la solución a la puerta de casa.
Llaman a la puerta, me asomo por la ventana y ya tenía al típico testigo de Jehová esperando a que alguien le abriese. Me ha faltado el aire para gritarle por la ventana “Largo. Vaya a vender sus monsergas a otro lado.” Pero la educación es lo primero y pensé que esta gente no tiene nada mejor que hacer y que tal vez podría sacar provecho. Abro la puerta, me fijo en la Biblia que lleva en la mano, pienso “Premio para el caballero, no falla nunca, todos los testigos de Jehová son iguales.” Me explica de que va la cosa, señala un capitulo de la Biblia y mi ojo analítico que no falla nunca se percata que de su manga asoma tímidamente un reloj de oro. Pienso “Seguro que eso se lo habrá dado la caridad.” Me explica que ellos están tratando de difundir el mensaje de que la Biblia es la solución al futuro. Que Dios lo dejó escrito todo hace tiempo. Me ofrece un librito, con el titulo “¿Qué enseña realmente la Biblia?”. Me dice que el libro es gratis, pienso “No, es que si venias a vendérmelo la llevabas clara.”. Pero acto seguido añade “nosotros si eso, aceptamos alguna limosna y demás.”. Yo he pensado “Pues después de ver tu reloj de oro creo que te has quedado sin limosna.” Me ha dicho tu léete el librito y ya me pasaré yo el domingo que viene y si tienes alguna duda la debatimos. Me dio por volver a pensar “Este tío, tan amargado esta para volverse a pasar un domingo por aquí con el frío que hace.” Le dije que pasaba que no hacia falta que se pasase por mi casa que yo era autodidacta. La cabezonería de un testigo de Jehová es tan grande como su estúpida fe, así que volvió a insistir. Pensé voy a recurrir una vez más a mis pensamientos a ver que me dicen y llegue a la conclusión de que tal vez eso me sirva como experiencia personal. Si logro convencer a un testigo de Jehová de que lo que dice su Biblia no es más que la solución que ofreció un visionario escritor de novelas hace mucho tiempo, significara que mi libro va por buen camino. Así que entre en su juego, tengo una semana, aunque creo que en un par de días estará todo preparado, para desmontar todos los argumentos que aparezcan en el librito. Jeje estoy impaciente para que llegue el próximo domingo. Aunque creo que esto es una misión imposible y no se si al final me atreveré a confesarle al enemigo mis planes para destruirlos. Tal vez no sea tan buena idea, rebelar mis armas. Pero bueno, al menos sabré si funcionan o no…

1 comentario:

Ácrata dijo...

Uf, ánimos, saca tus armas, que argumentos te sobran, pero no sé si este buen hombre con reloj de oro y Biblia debajo del brazo va a ser capaz de deshacerse de su cabezonería, te digo yo que son muuuuuy persisitentes. Hubo una época en la que me encontraba casi cada semana a una testigo de Jehová por el barrio que me preguntaba: "¿Sabes leer?" para después decirme "Entonces toma este folleto" y un día ya harta, se lo cogí, estaba claro que cuando me pidió que le proporcionara una limosna, la devolución del folleto fue inmediata.
En fin, suerte y ya irás informando ;)