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lunes, 8 de diciembre de 2008

La odisea


Domingo 7 de Diciembre de 2008

6:30 PM

Suena mi móvil, era Miguel. –Ye Cuenca ¿te vienes a Ontinyent?– De normal suelo desconfiar de los planes improvisados, pero es algo a lo que ya me he acostumbrado. Pensé Ontinyent solo está a treinta y cinco kilómetros de Carcaixent (Mi pueblo), supongo que en una hora como mucho estaremos allí. Acepté el plan. Al cabo de media hora ya estaba Sanchez y su SEAT león rugiendo ante mi casa. Cuatro locos dirección a Ontinyent y ninguno de todos ellos tenía ni idea de cómo ir. Suena el móvil de Miguel, era Chawa. Le proponemos el plan, acepta. Ahora cinco locos dirección Ontinyent.
Sanchez: –Vamos a Corbera que desde allí se puede entrar en la autovía.
Miguel: –¿Seguro?
Sanchez: –Yo creo que sí.
Yo: –Mientras no empecemos a ver pueblecitos con nombres extraños no estaremos perdidos.
Chawa: –Madre mía, yo no he avisado a mi madre de que me iba a Ontinyent.
Pasamos Corbera sin entrar en la autovía. Dejamos atrás un cartel “dirección Gandia”.
Sanchez: –Vamos a Gandia que eso es seguro.
Chawa: –Sí, seguro que nos perdemos.
Tino: –Madre mía, amaneceremos en Marruecos, ya verás.
Chawa: –Yo voy a despedirme ya de la familia por si acaso.
Tino: –Conociendo a Sanchez este es capaz de llegar a Canarias en coche.
Yo: –Madre, ya me veo los titulares mañana “Cinco idiotas andan perdidos por España, se ruega a quien los encuentre que les acompañen a Ontinyent.”
Llegamos a Gandia.
Miguel: –Ahora busca la entrada a la autovía.
Sanchez: –Hay claro, búscala. Creo que por ahí hay un mapa, míralo.
Yo: –Tú tira hacia Pego que aquí en el mapa hay una carretera secundaria que lleva hasta Cocentaina y eso está cerca de Ontinyent.
Chawa: –Tú pon dirección a casa antes de que estemos perdidos del todo.
Sanchez: –Yo he dicho que vamos a Ontinyent y por mis huevos que llegamos.
Yo: –Pues ale dirección Pego.
Tras varias discusiones llegamos a Pego, pero nadie tenía idea de donde estabamos. No vemos ningún cartel que indique Cocentaina en la entrada del pueblo.
Miguel: –Ye para el coche y miremos bien el mapa.
Para el coche a la luz de las farolas. Yo estaba buscando un sitio donde poner el mapa.
Sanchez: –Ye al capó del coche.
Yo: –Ahí, como los profesionales.
Despliego el mapa sobre el capó.
Yo: –A ver ¿donde coño estamos?
Sanchez señala a un concesionario y dice – Ahí pone Automóviles Pego.
Una vez situados, trazamos la ruta. Atravesamos Pego y vimos el cartel “Cocentaina 42 Kilómetros”.
Sanchez: –Madre mía, si hay más kilómetros de aquí a Cocentaina que de Carcaixent a Ontinyent.
Chawa: –Ye Sanchez vuelve por donde has venido y vayámonos a casa.
Sanchez pone dirección Cocentaina.
Chawa: –¿Por qué he tenido que llamar a Miguel? ¿No me lo coges nunca y hoy me tenías que coger el teléfono? Lo bien que estaría yo en casa.
Vemos el nombre del siguiente pueblo “Adsubia”
Tino: –Madre mia, ya estamos en el Pais Vasco, Sanchez, da la vuelta.
Seguimos adelante. La cosa se complicaba, las carreteras tenias más curvas que Elsa Pataky. Encima empezábamos a subir una tenebrosa montaña. Empezamos a pasar pueblos tan misteriosos como tenebrosos. Eran, los típicos pueblecitos de las películas de miedo, esos que parecen desiertos pero cuando un grupo de idiotas se para a preguntar, empiezan a salir psicópatas por todas partes. Empezamos a pasar aquellos pueblos que se encontraban esparcidos por la montaña. Primero Benirrama, más o menos algo civilizado. Yo pensé que a medida que nos adentrásemos en la montaña, más desolados serían los pueblecitos. Llegamos a Beniali.
Sanchez: –Eh ya estamos en Beniali.– Al cabo de dos segundos– Ya hemos salido de Beniali.
Eran pueblecitos tan pequeños que un poco más y el cartel de entrada al pueblo se juntaba con el de salida del pueblo. Carcaixent me parecía un pueblo bastante gárrulo, pero después de ver aquellos pueblecitos, lo tengo como si fuera una capital de estado.
Pasamos por Benisiva, Benitaya, Vall de gallinera, Patró, Planes, Beniarrés, Benimarfull. Curiosamente la mayoría de aquellos pueblos empezaban por “beni”, lo cual llamó mi atención.
Yo: –¿Por qué todos los pueblos empiezan por “beni”?
Chawa: –Tio tu no has visto lo desiertos que están los pueblos, todos empiezan por “ben” para que la gente vaya a los pueblos.
Tino: –Ya nos veo perdidos por aquí, fundaremos un pueblo y nos quedamos a vivir aquí.
Yo: –Lo mejor será que empecemos a pensar un nombre para el pueblo.
Chawa: – Ay pues le podríamos llamar… Ben-i-llevanos-a-Ontinyent.
Me reía al pensar que lo más seguro es que los habitantes de aquellos pueblos era gente que se perdió yendo a Ontinyent.
Miguel: –Esto parece el programa ese de televisión, un país en la mochila.
Sanchez: –Sí, un país en el maletero.
Chawa: –Lo malo es que Cuenca lo ha dicho, mientras no empecemos a ver pueblecitos con nombres raros no estaremos perdidos. Pues mira si tienes pueblecitos raros.
Artos de ver pasar pueblos empezamos a decir más tonterías.
Yo: -Con tanta curva, lo raro es que no te salga la muerta de la cuerva.
Sanchez: –Si sale la atropello, que en el coche no cabe.
De repente una niebla tan espesa que no se veían ni los árboles de la carretera.
Sanchez: –Mira eso.
Yo: –Que coño quieres que vea, no se ve nada.
Conseguimos salir a salvo de la niebla, seguíamos subiendo la montaña, parecía interminable.
Yo: –Mira ves aquí ya no hay niebla, normal, estaremos por arriba de las nubes tanto subir para arriba.
Aun nos quedaba la mitad del camino. Me fijo en una antena de telecomunicación que desprendía una luz roja en una muy, muy lejana montaña. Para seguir con la broma dije:
–No se porque pero creo que acabaremos allá a tomar por culo donde esta aquella luz roja.
Miguel: –Si hombre y que más.
Vemos señales que indican nieve.
Chawa: –Mira con un poco de suerte veremos nieve y todo.
Miguel: –Llevas las cadenas en el maletero no Sanchez.
Sanchez; –Calla, tio, calla.
Vemos una señal “Gasolinera a 700 metros”
Chawa: –Mira podemos parar a preguntar.
Sanchez: –Sí a ver quien es el chulo que baja del coche.
A 700 metros vemos una pálida luz blanca a lo lejos.
Miguel: –Mira ahí delante está la gasolinera, si hay alguien preguntamos.
No os podéis imaginar el aspecto de aquella gasolinera, pero cuando pasamos por delante…
Yo: –Pero si eso parece un matadero, tira para adelante que de ahí no salimos vivos.
Era como una nave vieja con las paredes manchadas, montones de madera apilados, todo sucio. Además la luz pálida le daba un propicio aspecto de película de terror.
Por fin vimos un cartel que nos dio la vida, “dirección Cocentaina”
Todos: –Estamos salvados, por fin.
Chawa: –Madre, Cuenk te acuerdas que dijiste que nos veías en la luz roja, pues ahí la tienes.
Yo: –Si hombre.
No me lo podía creer, menudo viaje.
Tras cuatro horas y ciento treinta y siete kilómetros, logramos llegar a Ontinyient. Quisimos hacernos una foto en la señal de entrada al pueblo de Ontinyent, pero no pudo ser. Por suerte luego volvimos por donde tocaba volver, por que sino, me veía de alcalde de Ben-i-llevanos-a-Ontinyent…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me has sorprendido con este texto, qué locura!! no he dejado de reirme y cuando tú dices:
Yo:–Mira ves aquí ya no hay niebla, normal, estaremos por arriba de las nubes tanto subir para arriba. Creo que ahí me meé, solo de pensar que la gente, además de subir ''para arriba'', pudiese subir ''para abajo'' pero bueno hoy tengo el dia gracioso :D