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lunes, 15 de diciembre de 2008

Venga, que ya nos falta poco para la decadencia absoluta.


No se si la sociedad tiene fecha de caducidad, pero estoy seguro de que a medida que pasan los días se encuentra en peor estado. Hoy un asunto que me huele tan mal como la propia sociedad, que apesta, me ha sorprendido, aunque pocas cosas sorprenden ya a este lobo viejo. La gente empieza a pedir que quiere ir a la cárcel ¿Dónde hemos llegado? Gente que esta dispuesta a renunciar a su libertad con tal de seguir viviendo. Ahora que lo miro así es como funciona la sociedad, te roban libertad a cambio de una aparente comodidad. Pero que un pobre hombre, que ha tenido que recurrir al ayuntamiento, al asistente social, al pueblo, tenga que hacer un llamamiento al rey pidiéndole que por favor le meta en la cárcel, me parece como mínimo un duro golpe contra la sociedad actual ¡Estamos locos o qué! ¿Qué nos aguarda? ¿Un futuro donde vivamos en cárceles y solo nos saquen para trabajar? Llamadme catastrofista si queréis, pero el hecho de que un pobre hombre tenga que renunciar a su libertad para poder vivir me ofende como ser humano. Esto indica que fallan tanto el sistema de asistencia social, como el sistema judicial. Ya que si nadie hace caso a este señor acabará atracando un supermercado para que le metan en la cárcel, si la cosa le sale bien y lo mandan a la cárcel eso que se gana y si por desgracia roba el dinero y no le pillan por lo menos podrá pagarse unas noches en una pensión. Son gente que no tiene nada, con lo cual no tiene nada que perder. Miedo dará el día en que todos los mendigos se den cuenta de eso y decidan empezar a robar como cosacos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Desgraciadamente, esto sucede en realidad. Incluso aquí en León, ya hay un grupo pequeño de pobres que por estas fechas infringen la ley para que le den cobijo y algo de comer. Es más, ¡los policias ya les conocen por sus nombres!

Ácrata dijo...

La verdad, no me sorprende. Por una parte, en las cárceles se vive mejor que en una pensión,lo cual no parece nada justo. Y por otra, está tan mal todo, que la gente está desesperada. Este pobre hombre, como tú bien dices, no tiene nada que perder, ni siquiera su libertad, porque vive atado a la miseria de esta mierda de justícia y de sociedad que tenemos.
Pensar en dónde iremos a parar me pone los pelos de punta.
Un beso.